miércoles, 12 de octubre de 2011

"Querer es poder"

Hablar de poder generalmente nos lleva a creer que es tener el control sobre algo. Pero por ende el poder no solamente es el acto de influir, sino también el tener la capacidad de realizar una acción.

Muchas veces sabemos o somos conscientes de lo que podemos hacer. Pero el hecho de poder hacerlo no nos da la certeza de atrevernos a cruzar esa barrera entre el acto y la meta.

Cuántas veces no nos preguntan porque dejamos que las personas a nuestro alrededor decidan por nosotros, o cuando simplemente por orgullo o miedo no tenemos el valor de hacer algo que morimos por realizar.

Quizás las ganas incesantes de un deseo en mente no son suficientes para conocer si obtendremos la victoria o perderemos en el intento. Pero "querer es poder".

Cuando quieres algo "todo el universo conspira a tu favor para ayudarte a conseguirlo", una frase del famoso escritor Paulo Coelho. Y es cierto, cuando sientes que algo forma parte de tu ser y te das cuenta que a pesar de cambiar de rumbo todo conduce poco a poco al mismo sitio, puedes determinar que de una u otra forma eso ya es parte de tu leyenda personal.

Por ello es importante ser fuertes y enfrentar el porvenir con determinación y entusiasmo. Manteniendo la frente muy en alto ante la derrota.

Una batalla puede perderse, pero no equivale a rendirnos en la guerra aún.

Llenemos el corazón de esperanza, aliento y fe. Recordando que en todo momento de nuestras vidas hay una presencia mucho más poderosa que el resto, y es saber que DIOS nos acompaña a donde vayamos.

La verdad tarde o temprano se sabe. Las personas que nos hacen daño o las acciones incorrectas, nos servirán para conocer cuál es el verdadero camino que debemos seguir.

No hay amor sin dolor, no hay felicidad sin daños. Siempre para mantener el equilibrio de la vida se debe ganar y perder.

Poco a poco debemos reconocer que no todo conocido es amigo, no toda amistad es confianza, no todo cariño es amor y no toda mentira es verdad.

Cada cosa en este mundo, por minúscula que sea tiene una finalidad y un destino.

Puede que el equilibrio de la vida no esté determinado por la suerte, pero como dice un dicho: "la suerte es de cobardes, el éxito de los victoriosos".

Si no arriesgamos algo, nunca sabremos que ganar o que perder. Y él que jamás intenta, siempre tendrá la duda de la decisión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario